jueves, 12 de marzo de 2015
te quiero
“Por supuesto que te quiero” dijo mientras la aferraba contra él. En su abrazo trataba de transmitirle confianza, amor, seguridad. Pero ella sabía que sus palabras eran falsas. Aquel “te quiero” ya no existe, en un momento supo ser puro pero hoy es tan solo un eco. Él no quería perderla, cometió un error, la volvió a ver cuando dijo que no lo haría más. Pero la voluntad del hombre es débil y cuando una relación termina en buenos términos el amor no se borra totalmente. Aquel reencuentro entre ellos dos, aquel café compartido fue igual de traicionero como si hubiesen pasado la noche juntos. Aquel saludo, fue un beso. Sus ojos mirándose un abraso apasionado y el bar donde se juntaron el lecho donde sus cuerpos se unieron. Estaba exagerando claro está, pero ella era la que estaba enamorada realmente, el no la entendía. Se apresuró a entrar en una nueva relación y la pobre victima fue ella. ¡Pobre alma vulnerable! No supo en que se metía. Lo que ella no sabía es que su ex se esta por casar, el encuentro no fue más que para hablarlo, para pedirle ser el padrino. Realmente eran amigos, en su mente eso no tenía sentido. Tuvo en su pasado relaciones que terminaron bien pero no por eso siguen hablando… Él no la comprende; la seguía abrazando y diciéndole cosas tiernas al oído pero no las oía, para sus adentros estaba en mute. Estaba quieta y por instinto le devolvió el abrazo. Lo miró en silencio y pronunció “Yo también te quiero” Él sonrió, ella lloraba para sus adentros.
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